Sentido adiós: “Gracias, Ernesto”
El voluntario que perdió la vida ayudando apagar el incendio en el Tunari, Ernesto Nina Mamani (24), fue enterrado ayer en el cementerio general en medio de sentidas muestras de pesar.
“Si hay una palabra que lo describa es protección. Siempre nos protegió y tantas fueron sus ganas de proteger que se fue a proteger el Tunari”, expresó una de las voluntarias de GEOS, luchando para que su voz no se quiebre y sin lograr contener las lágrimas.
Los restos del voluntario fueron escoltados por sus camaradas bajo una lluvia de rosas combinada con llanto que crecía entre los familiares, amigos, camaradas y voluntarias a medida que el ataúd de Ernesto se aproximaba a su última morada.
“Hoy hemos perdido un héroe de verdad, no un héroe de historietas, perdimos a alguien que lo ha dado todo a cambio de nada”, expresó.
Otra de las voluntarias contó que Nina se hacía llamar Brigadier Cuervo. “‘Ése es mi tótem porque el cuervo siempre protege a la etnia, es el guardián’, decía y yo sé que desde ahí arriba él nos va a proteger”, dijo.
Irónicamente, Ernesto había escrito un mensaje en honor a un voluntario caído en la Chiquitanía, sin saber que la próxima víctima sería él. El mensaje dice: “El valor de dejar lo que más quieres y tus compromisos, sin saber el tiempo de regresar, tu nombre en la llama de fuego de la voluntad está.
Ayudar es el zumbido de tu oído que no deja de sonar”.
Leyeron sus palabras y con una llamada final a formación, en la que al unísono los voluntarios respondieron a la voz de Ernesto Nina con un “Firme” lleno de dolor y llanto, se procedió a su entierro.
Dijeron que lo recordarán con valor y sacrificio, palabras que Nina usó para describir a un voluntario que murió en la Chiquitanía. Valor, porque no sabes a qué situación te vas a enfrentar, y sacrificio, porque no sabes si la situación te va a llevar a perder la vida.
“Diste el cien por ciento para que otros puedan vivir, ¡muchas gracias Ernesto!”, finalizó Carlos Azcárraga, coordinador nacional de GEOS.