Urkupiña, un crisol de color y devoción
kvasquez@lostiempos-bolivia.com
Urkupiña brilló. Más de 65 fraternidades entre inscritas e invitadas hicieron gala de un despliegue de colorido, música y devoción. La fe movió a miles de devotos que transformados en caporales, morenos, tinkus, kullawadas, tobas y seres míticos como el oso o el cóndor reverenciaron a la Virgen de Urkupiña, imagen en la que depositaron sus anhelos de una vida mejor con salud, trabajo y prosperidad.
Los danzarines desterraron a la monotonía y convirtieron a Quillacollo en una tierra de encuentro. Las calles, abarrotadas de público fueron testigos mudos del baile lento y coqueto de las morenas, que con sus trajes de lentejuelas y encajes cosecharon aplausos, silbidos y piropos. Las bailarinas, en su mayoría dueñas de una silueta propia de una soberana, se robaron al público que rompía su timidez saltando en las graderías para animar a las morenas.
"Los achachis" y "superachachis" de la morenada Los Andes llegaron, al igual, que los caporales de la Virgen del Perpetuo Socorro bailando hasta el altar de la venerada imagen. Ahí hicieron un alto para santiguarse y algunos se quedaron a ver a la Virgen hasta que el paso apresurado de otros danzarines los obligó a abandonar el altar.
Las escenas de los danzarines que entraban de rodillas al templo, haciendo sonar sus cascabeles, quedaron en el pasado. Ayer, los fraternos tuvieron que conformarse con ver a la Patrona de la Integración de lejos y fuera de la parroquia, porque la imagen fue expuesta en el atrio y quedó resguardada por una escolta de honor.
Los bailarines, que por tradición deben danzar tres años seguidos para cumplir con su promesa a la Virgen de Urkupiña, ayer concluían su paso en la plaza 15 de Agosto.
Dentro del templo, los peregrinos daban rienda suelta a su fe. La capilla de velas estaba repleta de devotos que daban muestra de su confianza en la Patrona encendiendo cirios al por mayor, blancos, lilas o con los colores de la bandera nacional. Los pedidos de los creyentes se confundían con rezos y sollozos, que a momentos se aplacaban con la llegada de nuevos peregrinos que entraban arrodillados hasta el altar central del templo, donde se guarda la imagen de la Virgen, que por estos días de festividad está colmada de flores.
No hay feriado, sólo tolerancia
El Ministerio de Trabajo dispuso que mañana, jueves, no sea día feriado, sino sólo tolerancia laboral, es decir los trabajadores podrán negociar con sus patrones un día a cuenta de vacación.
La disposición del Ministerio contradice la resolución emitida el viernes de la semana pasada por la Prefectura, institución que sí declaró feriado este jueves.
1. ENTRADA
Las bandas que acompañaron a las fraternidades lucieron una indumentaria impecable. Ése fue el caso de grupos como Real Explosión, Poopó, Unión Central y Nobles de Oruro que interpretaron las morenas, diabladas y tinkus más tradicionales.
Las fraternidades se esmeraron en innovar sus maquillajes y el decorado de sus trajes. Sin embargo, sus coreografías fueron rutinarias y carentes de creatividad.
Los danzarines apelaron a una variedad de bebidas para soportar el recorrido. Unos bebían cerveza, alcohol y garapiña. En cambio, otros preferían el agua y las gaseosas. Y unos pocos recurrieron a bebidas energéticas de marcas de renombre.
2. INVERSIÓN
Por primera vez, un tramo de 800 metros de la ruta de la Entrada Folclórica contó con vallas. La barrera ayudó a despejar temporalmente el escenario para las fraternidades, que en las anteriores entradas debían lidiar con el caos y la aglomeración del público.
La Dirección de Turismo de la Prefectura reportó que se usaron cerca de 100 mil bolivianos para promocionar la festividad, dentro y fuera de Cochabamba, con el objetivo de fortalecer la celebración.
A diferencia de otros años, se buscó realzar el sentido de integración de la celebración. Por ello, los mensajes destacaron la llegada de los peregrinos del oriente y el occidente.