Lo que busca el MAS con sus movilizaciones
Después de reunirse con el Tribunal Supremo Electoral, la Central Obrera Boliviana (COB) y otras organizaciones afines al MAS ratificaron sus movilizaciones en rechazo a la postergación de la fecha de elecciones. “Nosotros vamos a seguir con esa convocatoria a movilización que hemos emitido en el último cabildo”, manifestó el dirigente de la COB, Juan Carlos Huarachi.
Y el dirigente de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, Andrónico Rodríguez, aseguró que los cocaleros acatarán la decisión que tomaron las organizaciones sociales en el mencionado cabildo.
Las instancias estatales encargadas de la salud en Bolivia, y el Colegio Médico han advertido que la fecha fijada del 6 de septiembre significaría poner en riesgo la vida y la salud de las personas, ya que el estado de emergencia, la cuarentena y el aumento de fallecidos y contagios colocan al país en un escenario imposible de realizar elecciones cuando se estiman el más alto pico de infectados (más de 130 mil).
Y ¿Qué es lo que busca realmente el MAS, aun a sabiendas que la mayoría de la población estaba en contra de la realización de las elecciones fijadas anteriormente para el 6 de septiembre? Ellos buscan el ausentismo electoral (en las recientes votaciones electorales en la República Dominicana con un padrón similar al de Bolivia hubo un 45% de ausentismo).
Quienes componen la dirigencia del MAS no son ningunos tontos y han hecho su maquiavélico cálculo electoral: Buscar la menor participación ciudadana de la gente consciente que teme contagiarse en las elecciones, porque sus bases sí van ir a votar como borregos al matadero.
De acuerdo a la última encuesta de IPSOS (20/07/2020) el MAS obtendría un 26% de la preferencia electoral en el área urbana y según ANF en las últimas elecciones, la preferencia en el área rural por el MAS fue del 47.8%, eso correspondería a alrededor de 2.420.288 votos (del padrón de 7.315.364 de habilitados para votar, donde el 67,5% son del área urbana y 32,5% del área rural).
Si se realizaran las elecciones en septiembre, se esperaría un alto ausentismo (digamos un 45% similar al de la República Dominicana) lo que equivaldría a que solo votarían 4.023.450 ciudadanos (correspondientes al 55% de electores tanto del área rural y urbana). De acuerdo con su forma de pensar, la participación de sus bases en las elecciones no sufriría mayores cambios (2.420.288 votos) y por ello el resultado final de las elecciones seria entre un 58% a 60% para el MAS, con lo cual no habría ni necesidad de ir a una segunda vuelta.
¡Ese es el siniestro plan de estos infelices!
El autor es Ph. D. en economía
Columnas de CARLOS A. IBAÑEZ MEIER