Conceptos chiclosos de democracias
Vivimos en una larga época de los continuos Relatos: “en pocos años seremos como Suiza” (eso lo oí en 2006); “dar el poder a las mayorías” (“mayorías” que se acomoden al Poder); “Bolivia es un país de indígenas” (desde 2012 estadística —aun con mal censo— dejó de serlo); “golpe de Estado” (falaz trapisonda relatada del golpe electoral —ése sí comprobado fehaciente— del Evo y su laya antes de su presta huida, sin abarcas ni amarraguatos)…
Pero si algo caracteriza este Antropoceno (etiqueta más que errada porque lo de “humano nuevo” es cantinela igual para marxitasestalinistas —y sus sociatas 21— y para fascistas, cuando muchas veces debió ser Antropálai por las viejas —palaiós— mañas que se repiten una y otra vez) es su Posmodernismo: “lo que es no es y lo que no es, lo es” para la demagogia política.
La Época del Relato nos caló hondo desde 2006 —aunque, es verdad que nuestra redemocratización de 1982 tuvo mucho de Relato Posmoderno casi junto que Lyotard etiquetara “lo posmoderno”— y, stricto sensu, fue un verdadero éxito… de propaganda. Pero desde 2021 el Relato se convierte en cachondeo cuando —muta mutabilis— el Elegido de Repuesto deja de ser El Conciliador esperado (y así “vendido”) para convertirse en El Paladín del Relato del Jefazo, “sanador” de delitos electorales —y otros— del Huido y ceñudo “castigador”, asumiendo ese Relato “del Golpe” en antítesis de conciliar y sanar al país.
Parecía así que el Elegido de Repuesto allanaba el camino del retorno del Jefazo cuando, engolosinado de la ambrosía del Poder y temeroso de que Jefazo-Cronos lo devorara —por ahí iría el Retorno—, se plantó y empezó Su Relato: la narración posmoderna y presbícica de Su Éxito, el Relato del Retorno del Mago (supuesto) de la Economía.
Y llegamos a los escenarios de hoy: Arce enfrentado —llamemos lado A— al que fuera su Mentor y decidido a exilarlo de lograr la mies del Poder y también enfrentado —cara B— a la Sociedad Civil (habría un lado sub-B con las oposiciones partidarias, pero sería tan magro que lo subordinaremos en la Sociedad Civil). Y suman más: el presunto “renacimiento” de los populismos sociatas en la Región —tan variopintos como desde los Dictadores Ortega-Murillo “Klim” hasta el equilibrista Boric pasando por el “bendecido” de tecnicismos legales, pero nunca exonerado Lula— y el espejismo BRIC de una China en contracción hoy (población y economía, sin el beneficio de su Narrativa de —mucho más supuesto que real— Gran Éxito). En fin: lo que, en lato sensu para diferenciarlo del éxito propagandístico del Relato del Éxito anterior, es un patológico ejemplo de presbicia política.
Lo que me lleva indefectiblemente a la pregunta: ¿Cuál es la estrategia de quiénes asesoran al Candidato-“Mago” para que —con su creciente y cruenta represión a la Sociedad Civil y de todo lo que se le oponga o pueda oponérsele— sólo con su Relato logre llegar incólume a 2025, defenestre al Jefazo y sus menguadas huestes —lo exilie no importa dónde: acá o acullá—, celebre el éxito electoral y —antes o durante— no tenga que tomar raudo las de Villadiego (o VillaObrador)? Porque con el Candidato-“Mago” en real minoría (parlamentaria y de aprobación) y haciendo malabares de maquillaje con la economía (cual el niño de la Leyenda holandesa del Dique, tratando de tapar apresuradamente todos los huecos del muro de contención antes de que termine de colapsar), ¿es acertada “la Estrategia” de enfrentarse contra tres flancos: Evismo-Sociedad Civil-oposiciones? Porque el arcismo y las pretensiones del Mago en repetirse de Candidato Electo necesitarán mucho más que sus solos paladines y sí de otros apoyos, como demostró la Ley del Censo cuando arcistas y oposiciones se unieron contra evistas en la Asamblea para dar satisfacción a la demanda de la Sociedad Civil (aunque para los arcistas sirviera para “fundir” a los evistas). No hacerlo es puro onanismo político.
Desde la Sociedad Civil, pronto serán las elecciones de su organización más potente: el Comité Pro Santa Cruz. Aunque no comparto lo democrático de candidaturas únicas —al margen de cumplir lo legal estatutario, aunque no sean Tablas del Sinaí— porque “elección de uno” sólo es proclamación (en ello coincido con Vaca Diez y Marinkovic), hago votos para que los líderes del Comité logren éxitos uniendo a la Sociedad Civil de todo el país y a las oposiciones partidarias y trabajen con estrategia y eviten decisiones coyunturales como las que los futuros líderes fueron parte como actores fundamentales de la saliente dirigencia, que también son presbicia política.
Columnas de JOSÉ RAFAEL VILAR