Gobierno lanza plan que no asegura evitar más incendios en la Chiquitanía
El Gobierno confirmó ayer la cifra de 3.625.513 hectáreas quemadas en la Chiquitanía (una cifra menor a la cuantificada por gobernaciones y entidades de defensa del medio ambiente) y lanzó su Plan Tajibo, un paquete con 10 medidas de mitigación del desastre, ninguna de los cuales garantiza que no habrá nuevos incendios en los años venideros en la zona.
El Plan Tajibo, anunciado ayer por el presidente Evo Morales en el aeropuerto de Viru Viru, expone medidas que van desde la instalación de bebederos para los animales silvestres hasta la construcción de represas, pero no incluye cambios normativos, como la nulidad del Decreto 3973, que autoriza “quemas controladas”, o el desalojo de asentamientos de poblaciones del occidentes, a las que se acusa de haber causado los incendios.
El primer punto del plan establece la construcción de represas y atajados para garantizar agua potable para las comunidades y el ganado asentados en esa región. El segundo garantiza la provisión de forraje para ganado. El tercer punto es la instalación de 500 bebederos para la fauna silvestre.
El cuarto prevé campañas de reforestación con un millón de plantines de especies originarias de la Chiquitanía. El quinto establece el fortalecimiento de centros de rescate y cuidado de la fauna silvestre.
El sexto menciona la creación de una escuela de bomberos y la instalación de un comando operativo de reacción inmediata en zonas vulnerables frente a los incendios. “En el futuro, si alguien quiere participar para combatir el incendio, necesariamente tiene que formarse en esta escuela”, dijo Morales.
El séptimo punto instruye la adopción de medidas sociales e inmediatas para los afectados, como la reposición de las viviendas de 12 familias que fueron damnificadas por el fuego.
Finalmente, dijo que junto a los actores sociales y Gobiernos subnacionales se evaluarán y adoptarán medidas en el marco de la pausa ecológica en la Chiquitanía, para garantizar la recuperación del suelo y las fuentes de agua, y se implementarán “medidas necesarias para recuperación del medio ambiente y la protección del patrimonio ecológico”.
Aún no se precisó la inversión para ejecutar este plan, aunque Morales garantizó el 100 por ciento de los recursos económicos necesarios. Por ahora, el Gobierno destinó 24,2 millones de dólares para combatir por aire y tierra los incendios reportados en todo el país, principalmente en la Chiquitanía.
Asimismo, Morales indicó que Naciones Unidas, la Cooperación Andina de Fomento (CAF), el Fondo de Desarrollo de la Cuenca del Plata (Fonplata), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), además de China y Corea del Sur, financiaron “2.450.000 dólares de cooperación incondicional”.
LA IGLESIA DENUNCIA INCENDIO EN BOLIVIA
El presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Ricardo Centellas, habló en el Sínodo por la Amazonía en el Vaticano, sobre la destrucción de la vida amazónica en el país debido a razones “desarrollistas y demagógicas, políticas y económicas, estatales y privadas”, denunciando la “actitud salvaje y depredadora”.
Sugirió “informar y socializar por todos los medios de comunicación, la vulneración y aniquilación de los derechos humanos en las comunidades indígenas. El aprovechamiento inescrupuloso, sin ética y cinismo de la riqueza natural amazónica para el enriquecimiento ilícito de pocos, en perjuicio de la gran mayoría”.