Soluciones prácticas para espacios pequeños
La nueva realidad que vivimos hoy en día conlleva grandes y nuevos desafíos, tanto en el hogar como en el trabajo, e incluso en las calles. Ahora que la cotidianidad gira en torno al trabajo en casa para los papás, y las clases virtuales, para los hijos e hijas en edad escolar o universitaria, es imperativo encontrar la manera de que la casa no se convierta en un caos, sino que sea la mejor aliada para el desempeño de cada una de las actividades.
Muchas mamás, papás, abuelitas o tutores estuvieron a punto del colapso nervioso, cuando se dispusieron las clases virtuales. Sin embargo, poco a poco nos fuimos adaptando y habilitando espacios de estudio y trabajo, en muchos casos las salas o comedores para salvar el apuro.
Las soluciones no siempre fueron las más adecuadas, debido a que muchas familias habitan en departamentos reducidos y ciertas áreas quedan fuera de la planificación del espacio interior.
“Nuestro cerebro es sensible a las distracciones, y cuantos más elementos perciba, aunque sean pequeños, menor parecerá el espacio. Las sensaciones que genera la percepción del espacio entre los niños y niñas son mayores, perciben todo de forma más intensa y profunda que los adultos, por tanto, es importante procurar que su precepción del espacio sea positiva”, señala la diseñadora de interiores y de mobiliario, Tatiana Dueri.
Según la especialista, por más pequeños que sean los departamentos o las viviendas es posible crear espacios adecuados para todos los integrantes de la familia, particularmente para los más pequeños, pues ningún rincón o hueco de la casa puede darse por perdido. Cada metro tiene muchas posibilidades de uso; un metro cuadrado es suficiente para ubicar un miniescritorio para ellos.
Tres consideraciones clave
Antes de empezar a montar el miniestudio, Dueri recomienda tomar en cuenta los siguientes factores:
1. El espacio donde el niño o niña desarrolle sus actividades escolares debe ser iluminado y fresco (no frío), pues tienen un corto lapso de atención: los menores de 3 a 4 años, hasta 15 minutos y de 4 a 5 años, 20 minutos aproximadamente.
Un espacio oscuro e inhóspito generará que su atención se disperse, no quiera hacer la tarea e incluso genere un berrinche repentino, sin explicación, esto se debe a que a veces no saben expresar sus frustraciones y reaccionan ante la incomodidad, la molestia o el dolor de estas formas.
2. Todos tenemos en casa la colorida y típica silla de plástico para niños, pero estas no son tan cómodas ni tan ergonómicas como deberían. Es importante que en esta etapa de desarrollo los niños y niñas utilicen una buena silla, que en lo posible tenga soporte para la zona lumbar, o en su defecto un buen respaldar no muy hondo ni curveado, para evitar que tomen una mala postura que más adelante le puede generar problemas en la columna.
Medidas aconsejables a tomar en cuenta, del piso al final, en una sillita:
De 3 a 4 años, 30 centímetros
De 4 a 6 años, 35 a 50 centímetros
De 6 años en adelante, 65 centímetros
3. La elección de la mesita o escritorio es fundamental, debe ser cómoda y simple. La altura máxima es un detalle prioritario:
De 3 a 4 años, 53 centímetros
De 4 a 6 años, 59 centímetros
De 6 años en adelante, 60 a 69 centímetros
Con estos consejos está listo para aprovechar cada espacio y darle confort a sus hijos para estudiar y recrearse.
¿Pasos para crear un espacio de estudio?
A partir de las tres consideraciones anteriores, Estudio de Diseño Integral Tatiana Dueri Interiorismo propone una idea simple y práctica para crear un estupendo espacio de estudio, en menos de un metro cuadrado, para los más pequeños de su hogar.
Un espacio muy pequeño que puede estar dentro del dormitorio (al lado de la puerta de entrada, según muestran las imágenes) u otro rincón del hogar, pero rendidor y cómodo. Además, puede lograr orden y percepciones espaciales muy positivas con los sencillos elementos empleados.
1. Colocar repisas de pared, en este caso se usaron tres, de 0,60 por 0,25 centímetros, dejando espacios de 35 centímetros entre una y otra como mínimo.
2. Colocar una mesita, mejor si es en un lugar donde no haya distracciones.
3. Colocar en las repisas los objetos de estima del niño y niña, y luego sus útiles escolares para que no sea algo aburrido y solo de estudio.
4. Ordenar sobre la mesita los materiales que el niño o niña va a requerir para realizar sus deberes escolares.
“El espacio de estudio debe ser un lugar de disfrute y comodidad así el niño se sentirá cómodo por más tiempo en él”, resalta Dueri