Ciencia y tecnología al servicio de la verdad
Cuando el expresidente Jorge Quiroga, convocado por la Fiscalía, declara, hace alusión a las horas que precedieron a la renuncia y escapada a México del entonces Jefe del Estado, desde Chimoré, en una nave de la Fuerza Aérea Mexicana, y a los mensajes que intercambió con las masistas Salvatierra y Rivero. El texto de los mensajes intercambiados revela la verdad de lo acontecido: que las diputadas oficialistas admitieron y reconocieron la presidencia constitucional interina de Jeanine Áñez. Este extraordinario evento no habría sido posible mostrarlo sin ayuda del internet, prodigioso medio técnico que no admite la mentira, refleja en este caso específico una verdad que desbarata el discurso evista de haber sido víctima de un golpe de Estado.
Creyente y confiado en la Providencia Divina este cronista, puede ver que la ciencia (cibernética) y la tecnología (de Facebook) han realizado el prodigio de retirar el telón de la mentira del relato oficialista del golpe, que ha estado perturbando la vida del pueblo boliviano. Cayó el telón, puso fin a la historieta contada por Evo Morales de haber sido derrocado por un golpe de la derecha, aliada con las FFAA y la Policía.
Asombra el uso de las RRSS en la incesante búsqueda de la verdad en cuanto al accionar de los responsables del colectivo boliviano. No existe acción alguna que no pueda ser mostrada ante los ciudadanos que utilizan sus teléfonos, tabletas, computadoras, que realizan un seguimiento espontáneo, permanente, anónimo de los pasos que siguen los gobernantes, de sus viajes, de sus encuentros, reuniones (por muy secretas que sean) y que con un click quedan documentados y son trasmitidos a los medios, a los amigos, al entorno de personas conscientes de su rol de testigos, de viva participación ciudadana.
Se podría afirmar que en la tarea pública y en el quehacer político están cobrando una dimensión inusitada. Nada queda en el secreto, lo estamos viendo estos días: dentro del MAS actúan los ciudadanos que no están de acuerdo con el pillerío, la corrupción, el narcotráfico, la violencia. La existencia de tantos munidos de sus digitales dentro de la Policía, de la función pública, de las universidades y sindicatos constituyen un cuerpo robusto de observadores, de vigías que están atentos al menor desliz oficialista para capturarlos en sus cámaras y ponerlos en la nube, para su más efectiva utilidad. ¡Oh portento! Gracias a Jorge Quiroga y a su buen tino de haber conservado en el disco duro de su computadora aquellos mensajes que están sepultando la mentira masista.
Columnas de MAURICIO AIRA