Madres, en la primera línea contra la Covid-19, con temor, pero sin rendirse
Aisladas, extremando medidas de protección para no llevar el virus a sus hogares y con el temor constante de contagiarse, así es ahora la vida de las médicas y enfermeras que además son mamás y consideran que este 27 de mayo será muy diferente a otros por los cambios que ha provocado la pandemia de la Covid-19.
La emergencia sanitaria no sólo alteró la rutina de trabajo de las profesionales que combaten en primera línea la emergencia sanitaria, sino sus prioridades y el contacto con sus familias.
“Hemos recibido a una familia devastada por el virus, realmente nos ha dolido ver esa realidad, porque nosotras somos también madres, tenemos hijos. Por eso, es que logramos empatizar con ellos”, contó la directora del centro de salud de Villa María de Quillacollo, Adelí Gonzales.
Relató que en el establecimiento la comprensión, la solidaridad y el “lado maternal” permitieron asistir a niños y madres con coronavirus, pese a los riesgos.
Adelí aseguró que el apoyo de su esposo y sus tres hijos es fundamental para sobrellevar el estrés, el cansancio y miedo que le ha llegado a generar su trabajo.
“Ellos saben que soy doctora y que tengo que salvar vidas. Mi niña de siete años siempre pregunta cuando llego si ya me he desinfectado, ella asimila todo lo que hago y comprende que lo que estoy haciendo es para protegerlos”, contó.
La directora señaló que antes de ingresar a su vivienda debe pasar sus zapatos por lavandina para posteriormente ser rociada con alcohol antes de cambiarse de ropa e ingresar a la ducha.
Sin embargo, afirmó que atrás van quedando los abrazos y el contacto físico para demostrar el cariño que siente por su familia, porque el peligro de contagiarse con la enfermedad persiste.
Indicó que el establecimiento donde desempeña sus funciones no es sólo una trinchera, sino un segundo hogar en el que los integrantes comparten conocimientos y se brindan apoyo incondicional para combatir la pandemia.
“Estoy ya 11 años trabajando como médico, he tenido la oportunidad de ejercer en las ONG y de conformar un grupo para orientar a adolescentes. Hay temor sí, pero no nos rendiremos, lo más seguro es que con la llegada del invierno aumenten los casos”, añadió.
Similar postura comparte Mary Candia, una enfermera que trabaja 14 años atendiendo a pacientes.
“Como madre de tres niños, quisiera pedirles a otras madres que se cuiden y que salgan de casa sólo si es necesario. Nosotras estamos corriendo doble riesgo y estamos trabajando sin descanso, esto no es una queja es una motivación para evitar que colapsen nuestros hospitales”, aseveró.
Candia mencionó que los sacrificios y las horas de trabajo aumentaron con la emergencia sanitaria, más no los beneficios.
Hostigados
En el centro de salud de Villa María trabajan ocho médicos y nueve enfermeras, más de la mitad son padres de familia que se han expuesto al virus y fueron hostigados por cumplir con sus funciones, sobre todo por sus vecinos.
Con la finalidad de frenar la estigmatización de los pacientes, el personal determinó reforzar el plan de contingencia con la implementación de campañas de sensibilización en barrios del Distrito 5 del municipio.
“Debemos ponernos en el lugar de otros, pensar que el enfermo puede ser nuestra madre, padre, hijo o abuelo. Muchas veces por desconocimiento la gente discrimina”, explicó la responsable del nosocomio.
Implementos
La dotación de trajes y material de protección no es suficiente, según consultas realizadas a profesionales que combaten en primera línea en algunos centros de salud. Sin embargo, aseguraron que de momento tienen lo que requieren.
“A veces escasean, no siempre hay lo que pedimos inmediatamente, lo que nos está ayudando bastante son las donaciones de colchones, camas y otros implementos que nos han hecho diferentes instituciones”, expresó Gonzales. Reconoció que en un inicio existieron dificultades para atender a los pacientes, debido a la falta de material de protección y poca experiencia respecto al manejo de casos confirmados. Las falencias se superaron con capacitación.
FAMILIARES PODRÁN INGRESAR A CEMENTERIO
El Cementerio General de Quillacollo permitirá visitas hasta el miércoles por el Día de la Madre bajo un estricto control de los protocolos de bioseguridad y previa verificación que las personas que ingresen lo hagan de acuerdo con la terminación de su cédula de identidad, informó la administradora, Carmen Huacani.
“El lunes pueden entrar las personas cuyo documento de identidad termine en 1, 2, 3, el martes los de terminaciones 4, 5, 6 y el miércoles los que sean 7, 8, 9 y 0. Se ha organizado así para evitar aglomeración de personas. Todo visitante debe portar barbijo y guantes”, precisó. Quillacollo se mantiene como zona de alto riesgo debido a que suma 28 casos positivos de coronavirus, de los cuales 15 se recuperaron y uno falleció.
COMBATEN LA DISCRIMINACIÓN CON INFORMACIÓN Y MOTIVACIÓN
REDACCIÓN CENTRAL
Cansadas de soportar la presión social, las enfermeras del programa Mi Salud de Quillacollo decidieron enfrentar el amedrentamiento con información y mensajes de motivación para hacer respetar su trabajo y evitar que se continúen vulnerando sus derechos.
“Muchas compañeras han sido discriminadas por su vecinos, ellos creen que nosotros vamos a contagiarles tocándoles, eso no es así. La concientización empieza en casa con la familia y sigue con la vecindad”, afirmó Samy Padilla.
Comentó que otra forma de socializar las medidas de prevención contra la Covid-19 con los pacientes es que al momento del triaje o revisión difundan recomendaciones.
“La alimentación es importante. El consumo de frutas, especialmente, es fundamental para fortalecer nuestras defensas. Es importante que las personas que conozcan sobre el tema aporten con un granito de arena”, instó.
Padilla mencionó que la situación de los profesionales que viven en alquiler es más crítica, debido a que incluso son desalojados.
“Yo tengo tres hijas, una de 16 años, otra de 20 y una pequeña de dos años y siete meses. Para no tener problema he hablado con mis vecinos, porque esta enfermedad le puede llegar a cualquiera. Ellos saben que he tenido que aislarme y gracias a Dios salí negativo”, finalizó.