Suman reacciones sobre el Brexit a horas de referendo
Dentro de 24 horas, mañana jueves, los británicos darán forma al futuro de Reino Unido y Europa, cuando decidan si se quedan o no en la Unión Europea (EU) tras una campaña dividida. El tema, sin embargo, no sólo es motivo de debate en ese país, sino ha generado reacciones y posiciones en el resto del mundo sobre los costos y los peligros de un “Brexit”.
El primer ministro británico, David Cameron, quien prometió el referendo en el 2013 presionado por diputados euroescépticos de su propio partido, pidió ayer a los británicos que voten a favor de la Unión Europea pensando en las “esperanzas y sueños” de los jóvenes, y advirtió del “riesgo enorme” de un Brexit.
“Si nos vamos no hay vuelta atrás”, agregó Cameron durante un discurso a su país, advirtiendo que sería “una humillación abyecta y autoimpuesta” que dejaría “un país permanentemente más pobre en todos los sentidos”.
La votación se celebrará una semana después de que el asesinato de una diputada dejó a muchos ciudadanos preguntándose acerca de si la retórica de la campaña de ambas partes -con advertencias de un desastre económico frente a otras de una inmigración descontrolada- había ido demasiado lejos en un país considerado ejemplo de estabilidad.
Cualquiera que sea el resultado, el referendo podría obligar a la UE a repensar cómo gobierna a sus 500 millones de ciudadanos y podría tener repercusiones de largo alcance para la futura configuración de occidente.
Aliados como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel, pidieron a Reino Unido que siga en el bloque, que, según dicen, ha dado a Europa décadas de prosperidad tras siglos de matanzas.
Inversores, presidentes ejecutivos y banqueros centrales se preparan para los que podrían ser los momentos de más volatilidad en los mercados financieros desde, al menos, el colapso de Lehman Brothers el 2008.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, afirmó ayer que los británicos se infligirían una “automutilación”, si el jueves votaran a favor de salir de la UE. “Dar la espalda a sus vecinos y aislarse sería contrario a todo lo que Europa y el Reino Unido representan. Irse [de la UE] sería un acto de automutilación”, declaró el jefe del ejecutivo comunitario en un discurso en Atenas ante representantes de la patronal griega.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, alertó ayer de que la salida del Reino Unido de la UE podría ser usada para alimentar “nacionalismos radicales” en el continente.
BANCOS DICEN ESTAR PREPARADOS
Los grandes bancos estadounidenses se preparan para un escenario catastrófico que les podría costar miles de millones de dólares, ante el ambiente volátil que predomina en Gran Bretaña. “Tenemos esto totalmente bajo control”, asegura Michael Duvally, portavoz de Goldman Sachs, ante una pregunta sobre cómo su banco se está preparando para la posibilidad de que la pro-salida gane el referendo del jueves.
Las respuestas de Morgan Stanley y Bank of America son idénticas. Sin embargo, en las oficinas de Wall Street de los abogados de los bancos se trabaja casi en estado de alerta, evaluando cada opción, según fuentes del sector bancario que prefieren hablar bajo condición de anonimato.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aseguró ayer que Fráncfort está preparado para hacer frente al impacto que tendría la victoria de los partidarios del “Brexit”, a la vez que insistió en sus recetas para la eurozona: reformas estructurales y más cooperación.
SEGÚN LA BBC, EL EFECTO SERÍA MÍNIMO
¿Le conviene o no a América Latina el Brexit?
Más allá de las fronteras británicas, en el resto del mundo se calcula cuánto ganaría o perdería si se concretara el “Brexit”, ése sería el caso de América Latina, señala un nota publicada ayer por la BBC Mundo.
En Reino Unido ya están sacando las cuentas de cuánto ganaría o perdería el país en términos económicos si llegase a concretarse la salida del país de la Unión Europea (UE), el llamado “Brexit”. Encuestas sobre la intención de voto en el referendo que se celebrará este jueves sugieren una competencia reñida entre dos bloques de opinión británicos que discuten la pertenencia al bloque europeo.
Según la nota de la BBC Mundo, en el caso latinoamericano, “hay que empezar por decir que el comercio de la región con la economía británica es limitado.
Y la inversión británica en América Latina, si bien es importante para algunos países, por lo general no tiene la dimensión de los flujos provenientes de otros países como Estados Unidos.
De modo que, en sí mismo, el Brexit no representa una amenaza existencial para las economías latinoamericanas, ni tampoco una oportunidad particularmente llamativa, ya que el peso económico de Reino Unido en la región es limitado.
El Reino Unido fue, hasta mediados del siglo XX, un socio económico crucial para América Latina, en particular para naciones del Cono Sur como Argentina.
Pero en las últimas seis décadas, el comercio con los británicos ha caído en términos relativos.
Entre las economías principales de América Latina, Colombia es la que más depende de las compras británicas. Pero incluso ese país envía a Reino Unido apenas un 2,5 por ciento de sus exportaciones, principalmente constituidas por carbón.
En 2014, las exportaciones colombianas a ese país llegaban a $us 1.400 millones.
Brasil sólo depende de Reino Unido para el 1,7 por ciento de sus exportaciones. Y la cifra respectiva para México es de mucho menos del 1 por ciento, es del 0,65 por ciento.
De modo que, dentro o fuera de la Unión Europea, el mercado británico es un tema relativamente secundario para las exportaciones de la mayoría de las naciones latinoamericanas.
Presumiblemente, si la nación británica sale de la Unión Europea, estos países tendrían que renegociar nuevos acuerdos comerciales específicos con ese país, en caso de estar interesados en mantener esas preferencias comerciales recíprocas con Londres.