La crítica a los políticos y lo que esperamos
Mucho se está criticando la actuación de Camacho y Pumari respecto de la veracidad de las acusaciones que salen en una grabación y la manera como se grabó y salió a la luz el famoso audio. Con respecto al primer punto, opino lo siguiente: el audio efectivamente contiene, como así lo han reconocido los protagonistas, la voz de ambos: de Camacho y de Pumari. Y, además, se lo grabó en presencia de ocho personas, dos de las cuales eran parte del equipo de Pumari.
Lo de los 250.000 dólares solicitados por Pumari fue absolutamente indecoroso. Según él, eran para “solventar los gastos de campaña en Potosí”. ¿De dónde le vino esa cifra mágica? ¿Por qué no 100.000 o 500.000? ¿Y por qué solo para Potosí y no para el resto de los departamentos de occidente como Chuquisaca, Oruro, Tarija, Cochabamba y La Paz? ¿Por qué no solicitó un compromiso de parte de Camacho para conseguir los recursos económicos para solventar la parte de la campaña que le tocaría a Pumari realizar? En conclusión, una excusa por demás dudosa y, más bien, bastante falsa.
¿Por qué diablos tenía Pumari que pedir el control las aduanas de Oruro y Potosí? Sobran los comentarios. ¡Una real vergüenza!
Con respecto al segundo punto, independientemente de quien lo haya grabado (si alguien del equipo de Pumari, como lo afirma Camacho o alguien del equipo de Camacho), opino lo siguiente: Lo correcto era, de parte de Camacho, denunciarlo inmediatamente a la ciudadanía sin necesidad de publicar el audio, para que todos nos enteráramos que tipo de persona era Pumari. Y si Pumari negaba dichas acusaciones, recién hacerlo conocer al público, presentándolo como prueba de ellas. Ese es el mínimo decoro que se esperaba de un candidato a la presidencia.
A mi juicio, Camacho ha sido muy mal asesorado y se está rodeando de neófitos en política que le están haciendo meter la pata desde el arranque de su candidatura. Ojalá sepa rodearse de personas e instituciones más idóneas.
En conclusión: el triste y decepcionante espectáculo que se ha proyectado a la población sobre estos dos líderes ha sido como un baldazo de agua para quienes salieron a las calles a luchar por la democracia. Sin embargo, no todo está hecho ni dicho. Al igual que la mayoría de los bolivianos, exigimos sobre todo unidad en la oposición para presentar un frente en las próximas elecciones, basado en un programa de gobierno que nos garantice el verdadero cambio que todos pedimos. Pero ello requiere primero que los “posibles candidatos” se den cuenta de que nos estamos jugando el futuro de Bolivia y que el desafío es mucho más grande que ellos mismos y sus partidos y alianzas que los acompañan.
El autor es doctor en economía
Columnas de CARLOS A. IBAÑEZ MEIER