Bolivia escondida
Texto: Ariana Pérez e Isabela Salamanca
Las místicas aguas del lago Titicaca, el infinito horizonte del salar de Uyuni o la singular geografía de la ciudad de La Paz ocupan nuestra mente cuando imaginamos Bolivia. Pero ¿cuántas maravillas y atracciones poco conocidas tiene el país para ofrecer? Si nos atrevemos a aventurarnos fuera de los caminos más conocidos, podremos descubrir algunas de las gemas ocultas que yacen en nuestro territorio, las cuales logran asombrar incluso a los viajeros más intrépidos y curiosos.
LA MARAVILLOSA LOCALIDAD DE ROBORÉ
Un pueblo escondido en el seno de la salvaje naturaleza y acogido por el canto de las aves y los distintos animales silvestres. Roboré, a tan solo 400 kilómetros al este de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, ofrece una experiencia única a todos aquellos aventureros que deseen disfrutar la selva. Sumergirse en aguas cristalinas, bañarse bajo cascadas naturales y deleitarse con impresionantes paisajes es posible en esta maravillosa localidad.
“Roboré tiene como atractivo turístico principal los balnearios termales. Pero, sobre todo, es parte de una ruta en la que se visita el santuario de Chochis, uno de los lugares más lindos de Bolivia.
Asimismo, se encuentra cerca de Santiago de Chiquitos, que es la puerta de entrada al Valle de Tucavaca y presenta lugares preciosos”, comenta Juan Quiroga, viajero y autor de distintos libros de fotografía y arte rupestre.
Chochis, cuyo significado es “furia del viento”, es una hermosa población situada en las faldas de la serranía de Portón. Como comenta el licenciado en turismo, guía turístico certificado e intérprete del patrimonio David Moisés Maradiegue: dependiendo de la época del año en que se visite la serranía de Portón, también es posible observar deslumbrantes cascadas y quebradas donde nacen pequeños manantiales. Los principales atractivos de Chochis son: su recurso paisajístico, el bosque de piedra y un fabuloso mirador, además de otras quebradas y el cerro.
Rodeada de cañones, rocas y abundante vegetación, se aprecia una impresionante caída de agua cristalina de aproximadamente 25 metros de altura. Dicha caída proviene de uno de los balnearios más importantes del lugar: El Chorro de San Luis. Al frente de esta catarata se halla una pequeña playa de finas arenas que viste las orillas de la poza. En definitiva, Roboré es un sitio a explorar para cualquiera que desee disfrutar un paisaje pincelado por sus bellas aguas naturales.
RURRENABAQUE, PUERTA DE ENTRADA A UN MAJESTUOSO PARQUE NACIONAL
En los márgenes de la selva tropical, una sabana de humedales deleita los ojos de quienes van en búsqueda de una experiencia silvestre. El recorrido del extenso camino desemboca en el río Beni, dotado de una amplia variedad de animales, incluidos pájaros, monos, insectos y, en especial, anacondas.
Para aquellos deseosos de aventurarse dentro de la selva del Amazonas, existe también la posibilidad de realizar un paseo por el interior de la densa jungla que se expande alrededor de las orillas del río.
“Rurrenabaque es la puerta de entrada para visitar uno de los mejores parques nacionales del mundo, como lo es el Madidi, y también las Pampas de Yacuma. Así que es un lugar simplemente de enlace. Ahí radica su atractivo”, destaca Quiroga.
LOS PAISAJES IMPRESIONANTES DEL PARQUE NACIONAL SAJAMA
En un ambiente nublado y difuso, cual cuento inquietante. Entre imponentes conos volcánicos, tórridas aguas termales, frías lagunas de gran altitud y una cantidad de bofedales altoandinos, está ubicado el Parque Nacional Sajama, un área protegida ubicada al noroeste del departamento de Oruro, cuya geografía ofrece paisajes alucinantes a sus visitantes, quienes pueden disfrutar la experiencia en compañía de muchas pero muchas vicuñas.
“Cuando me preguntan qué lugar menos popular de Bolivia debería alguien visitar, siempre les digo que el Parque Nacional Sajama es donde tienen que ir. La única manera de describir la sensación de manejar y caminar por aquí es la de estar en otro planeta. Entre el majestuoso Sajama y su pico nevado al amanecer, los volcanes que lo rodean, las lagunas heladas con la luz de la tarde y las aguas termales a los pies del Sajama, hay una cantidad de cosas que recuerdo de aquí que siento que nunca me olvidaré. Vale la pena ver cada amanecer y cada atardecer… y explorar toda la cultura alrededor de las chulpas”, asegura Andrés Mac Lean, fotógrafo profesional e influencer de viajes, reconocido a nivel internacional como “theboliviantraveler”.
Hace un par de años, el ingreso a este sitio se caracterizaba por su inaccesibilidad. Sin embargo, gracias a la construcción de la carretera asfaltada a Arica, hoy en día es un lugar de fácil acceso para los turistas.
“Es importante no perderse la iglesia de Curahuara de Carangas, llamada la Capilla Sixtina de Los Andes. Y tampoco los bellos chullpares de los alrededores”, asegura Quiroga.
YUNGA PAMPA, SANTUARIO DE PINTURAS RUPESTRES
Yunga Pampa, un espacio natural enclavado en las últimas estribaciones de la cordillera de los Andes Orientales, se encuentra a tan sólo tres horas en movilidad de la ciudad de Cochabamba, en el municipio de Tiquipaya.
Contemplar una de las caídas de agua más altas de Bolivia, observar nidos de cóndores en los cielos, recorrer caminos inmersos entre húmedos bosques y conocer el hábitat del legendario oso jukumari son solamente algunas de las muchas actividades que se pueden realizar en este maravilloso paraje, considerado una de las reservas de vida silvestre más importantes del país.
“Yunga Pampa es un lugar aún muy poco explotado turísticamente. En la zona hay una fauna muy rica: cóndores, jukumaris, y muchos otros”, dice Quiroga.
La localidad se caracteriza por ofrecer espectaculares vistas a la selva y ser el santuario de las pinturas rupestres más impresionantes de la cordillera.
LA CHIQUITANÍA, UNA AUTÉNTICA JOYA ARQUITECTÓNICA
La Chiquitanía es un vasto y extraordinario territorio ubicado entre el Gran Chaco y la Amazonía. En cada uno de los distintos pueblos que abarca la región se hallan las misiones jesuíticas, caracterizadas por contar con hermosas iglesias, cada una vestida por excepcionales tallados en madera y bellas pinturas de santos y escenas de la vida religiosa católica. Estas auténticas joyas arquitectónicas se mantienen conservadas por los habitantes de la región, quienes aún practican expresiones culturales de la época de las misiones. Por este motivo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró al lugar como Patrimonio de la Humanidad, en el año 1990.
“Entre las iglesias únicas y la variedad de paisajes que se pueden llegar a ver, estos lugares te sorprenderán muchísimo. San Javier y Concepción son lugares donde la hospitalidad de la gente y el olor a horneados frescos son algo que recuerdo mucho. Para disfrutar más de la naturaleza me gusta ir hacia el lado de Santiago y Chochis. Aquí, el Mirador de Tucavaca y la Cola del Piano al amanecer son de esos lugares donde se me hace difícil creer lo que tengo de frente”, comenta Mac Lean.
Al interior de la Chiquitanía también es posible apreciar el Parque Nacional Noel Kempff Mercado. “Este parque es el único espacio natural protegido de Bolivia que ha sido declarado como patrimonio natural de la humanidad, y se encuentra en la provincia Velasco”, resalta Maradiegue.
Noel Kempff está en la última frontera, por lo que a menudo se requiere un avión chárter sólo para llegar allí. Aquellos que hagan el viaje descubrirán una jungla prístina, una abundancia de vida salvaje y paisajes pintorescos.
Si se busca una experiencia diferente, Maradiegue recomienda conocer la Ruta Saborearte: la ruta de la cultura viva. Es una ruta turística de temática gastronómica, trabajada de manera destacable por un equipo de profesionales, quienes, en colaboración de artesanos y amantes de la cultura, lograron expresar y construirla. En esta ruta gastronómica cultural hay diferentes pascanas. Una es el telar de las hermanas Posiva, Roxana y Fátima, otra es La Tranquera de don Luis Felipe Pari Melgar, más conocido como don Pitágoras, el cocinero matemático. Don Luis Felipe es un artesano costumbrista con una filosofía de vida muy interesante y una notable facilidad verbal.