La Villa de París luce su magnificencia en un recorrido virtual
En el centro de la ciudad de La Paz se encuentra la Villa de París, antes oculta a los ojos del mundo, pero ahora recobra su magnificencia tras concluirse la tercera etapa de su restauración. Un recorrido virtual de 360° permite a los ciudadanos maravillarse con este libro abierto que atesora la arquitectura y arte de la época colonial.
Esta casona, construida en 1768, se encuentra emplazada en uno de los sectores comerciales más importantes del centro histórico paceño, entre las calles Comercio y Yanacocha, siendo, posiblemente, “uno de los inmuebles más antiguos que aún se mantiene en pie”, señala la conservadora del Museo Nacional de Arte y restauradora de bienes culturales, Tatiana Suárez.
La Villa de París fue adquirida por el Banco Central de Bolivia el 2010 con una inversión de más de 6 millones de bolivianos y ahora es parte del Museo Nacional de Arte (MNA). Su restauración y conservación es prioridad en un convenio firmado con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB).
“Este edificio estaba siendo ocupado por numerosos centros comerciales, de comida rápida y bufetes de abogados. Toda esta actividad estaba dañando gravemente al edificio patrimonial porque los patios se cubrieron con cemento para la actividad comercial”, contó el director del MNA, Iván Castellón.
Un paseo virtual
Pese a permanecer, por ahora, cerrada al público, es posible conocer los rincones de esta infraestructura restaurada gracias a un recorrido virtual de 360 grados.
En el primer patio se destaca una portada de piedra del siglo XVIII y una arquería de piedra tallada en dos de sus lados. En este espacio se aprecia, además, una parte expuesta del muro que permite conocer los procesos constructivos, materiales y técnicas que se emplearon en el pasado para edificar la construcción.
El segundo nivel conserva arcos de piedra tallada y vanos con cerramiento en arco de medio punto.
En tanto, el segundo patio atesora una arquería en sus cuatro lados, de características constructivas más simples, con arcos de ladrillo y columnas de piedra. Esto indica que era un patio de uso doméstico.
El segundo nivel de este espacio posee un corredor en dos de sus lados y habitaciones que conservan la estructura original de las cubiertas de par y nudillo.
En muchos lugares de la Villa de París, como en la portada y en la arquería, hay tallados en piedra como flores, ramas, hojas y frutos, entre los más recurrentes. Asimismo, se encontraron “ventanas” o vestigios de pintura sobre la piedra de algunos sectores de los arcos y muros. Estos recursos permiten a los técnicos establecer el color del inmueble sin caer en falsos históricos.
En medio de la restauración, se cerró un pasillo en el primer patio que conectaba la planta superior con el segundo patio por medio de unas escaleras que no pudieron ser repuestas debido a la falta de evidencias de su estructura.
Las tejas un poco más oscuras y con tonos verdes que cubren parte del techo son las originales. Estas fueron sometidas a un proceso de conservación y restauración. Tomando como referencia sus medidas y formas se realizaron las réplicas para completar el resto de las tejas faltantes.
Murales
Encima de los murales de la Villa de París se encontraron hasta seis capas de empapelado de distintos tiempos históricos. Estos fueron removidos de manera cuidadosa para no dañar la pintura mural que se encontraba debajo. Estos vestigios fueron conservados y ahora son bienes culturales del museo.
Asimismo, en algunos de los muros hay algunos símbolos vinculados a las tradiciones judeocristianas, entre ellos, un ave que sostiene una serpiente en su pico que simboliza el triunfo del bien sobre el mal.
La pintura mural sobre el arco que divide la habitación denominada la “loggia” muestra personajes extraídos de grabados españoles con influencia mozárabe, por la vestimenta. Parte de esta pintura está incompleta y sin tener la información original no es posible realizar una reintegración y completarla.
Restauración
Un equipo interdisciplinario de más de 40 profesionales y maestros nacionales trabajaron arduamente desde hace más de cinco años en recuperar, restaurar y rehabilitar, a la que se considera, la casona colonial más antigua de La Paz.
La primera etapa (2011-2015) contempló el mantenimiento de cubiertas y techos en mal estado.
La segunda culminó el 2018 e incluyó la restauración y habilitación de las salas de exposición Taypi Qhatu y Arturo Borda.
Tras un arduo y meticuloso trabajo, en diciembre de 2021 se entregó la tercera fase centrada en la restauración de los elementos líticos de los dos patios, las columnas, la portada principal y las graderías. Además, se intervino la pintura mural descubierta a medida que avanzaban los trabajos de restauración.
“Las técnicas empleadas fueron realizadas por especialistas en conservación de patrimonio cultural. Las y los restauradores trabajaron siguiendo las directrices internacionales que dictan el respeto al original, respeto a la pátina, compatibilidad de técnicas y materiales, retractabilidad de procesos y diferenciación del original”, explicó Suárez.
Detalló que en la piedra se realizaron procesos para eliminar las sales y los añadidos de yeso, cemento y otros materiales de carga. En tanto, en la pintura mural se hicieron limpiezas, consolidaciones, reintegros de soporte y de color.
“Todos los procesos de conservación tienen un grado de dificultad, por ello las acciones y soluciones propuestas deben debatirse entre los profesionales del área en un diálogo interdisciplinario”, añadió.
La cuarta y última fase comenzará aproximadamente en tres meses y contempla la restauración completa de la Villa de París y la construcción de un puente mirador que unirá la infraestructura con el museo. Para el 2023 se prevé que la Villa abra sus puertas a la población.
“Es importante recuperar, conservar y restaurar estos bienes patrimoniales porque son testigos infraestructurales de la historia. Son como obras de arte que restauramos para reconstruir la historia alrededor”, dijo Castellón.
Acotó que las unidades educativas ubicadas en medio de la Villa de París y el Museo Nacional de Arte “también se beneficiarán con las tareas de restauración” y la habilitación de un espacio para la creación artística de niños y jóvenes.
Juegos, miniseries y documentales
El Proyecto de Formación y Sensibilización de Villa de París con productos virtuales que ofrece el MNA es parte de la tercera etapa de restauración y conservación.
Pensando en los más pequeños, se creó una sección de videojuegos con rompecabezas de los escenarios de la Villa. También se trabajó en una miniserie radial grabada en español, aimara, guaraní y quechua.
Un álbum fotográfico gratuito en línea permite conocer las diferentes etapas de la intervención durante la tercera fase de restauración. Esto acompañado de un documental que muestra, con la voz de los especialistas y obreros, el trabajo esforzado e invertido en este lugar. Estos productos pueden encontrarse en la página de Facebook del Museo Nacional de Arte – MNA.
“Integrar el patrimonio histórico en este presente para satisfacer las necesidades culturales que tiene la sociedad es una de las mejores formas de conservar la historia. Darle un rol activo al patrimonio permite que la sociedad se vincule con él, al generar nuevas experiencias y recuerdos las personas van a generar un cierto tipo de apego que ayudará a preservar la historia. Es por este motivo que resulta más que necesario invertir esfuerzo en restaurar ese inmueble”, comentó Suárez.
El Museo Nacional de Arte fue abierto oficialmente en 1966. En la gestión actual, se proyecta como un repositorio que propone renovaciones anuales de su museografía y un generador e impulsor de exposiciones.