Roban billetes de lotería a pareja de no videntes en el pasaje Sucre
La vida de una pareja de no videntes, Julia Choque (59) y Julio Aguilar (65), se vio impactada por el robo de todos los billetes de lotería que tenían que vender para el sorteo de fin de año en su puesto ubicado en el pasaje Sucre, donde además cantan, tocan el acordeón y la pandereta para conseguir una limosna.
El robo ocurrió cuando los dos descansaban y tomaban un refresco junto a su comadre y dos de sus compañeras, también no videntes, en el céntrico pasaje.
“Yo siempre tenía los billetes colgados aquí (en su pecho), pero para servir el refresco me los saqué y los puse a un lado en mi bolsa. Me los han sacado hasta que tome mi refresco, me he levantado y ya no había la lotería; tenía que vender a 50”, recordó Julia.
Ahora están presionados para pagar una deuda de alrededor de 1.600 bolivianos al distribuidor de los billetes, debido a que los organizadores no quisieron anular los 32 boletos, cada uno a un costo de 50 bolivianos. A pesar del robo, los números entraron al sorteo el 28 de diciembre, contó Julia.
Después de esta mala experiencia, Julia ya no quiere vender más la lotería y está decidida a dejar el negocio luego de 35 años. Contó que antes, cuando la gente compraba “como pan caliente” los boletos, se podían reponer las pérdidas, pero ahora las cosas son distintas y hay días en los que no vende.
“Ahora necesito dinero para devolver, nosotros vivimos del día… pidiendo limosna, tocando el acordeón, la pandereta”, contó.
Inicios
Julia perdió la vista a sus 7 años a causa del sarampión y se vino de Oruro a Cochabamba en 1982 para entrar a un instituto, donde conoció a su esposo Julio, quien quedó ciego cuando era bebé, según le dijeron, por un arrebato. “Sus padres peleaban mucho, lo dejaron de guagüita al sol y él lloraba, le entró una lágrima de sangre al ojo y dejó de ver”, explicó.
La pareja comenzó vendiendo lotería hace 35 años en el centro de la ciudad. “Me ayudaba mucho, pero ahora se vende poco”, lamentó Julia ayer, cuando accedió a compartir su historia con los lectores.
Sobre la presión para que pague la deuda, contó: “El que distribuye la lotería me está cobrando ahorita, pero yo de dónde voy a conseguir el dinero”. Siguió: “Me dice: Tienes que pagar, cuándo vas a pagar. Luego ha venido su secretaria y me ha dicho: Cuándo vas a conseguir. Le dije que voy a tardar”.
Añadió que dos de sus compañeras también sufrieron el robo de sus billetes de lotería. Ante la difícil situación que le ha tocado vivir, Julia apela a la solidaridad de las personas para reunir el dinero para pagar su deuda. Si usted desea apoyarla, la encuentra en el pasaje Sucre y en el celular 727-51716.
“Voy a seguir, no me queda otra, porque si dejo la pandereta y dejo de cantar, ¿de qué voy a vivir?”
LES SUSTRAJERON TRES ACORDEONES
La pareja además ha sufrido el robo de su acordeón en tres ocasiones. La primera el 15 de julio de 2017, cuando se preparaban para ir a la verbena de la Virgen del Carmen en la plazuela Del Granado; luego, el 29 de diciembre en el comedor de la 25 de Mayo, y la última, el 11 de enero en el pasaje Sucre.
Nos “roban fácilmente, no es su trabajo, no les afecta nada”, protestó Julia. Mientras consiguen un nuevo acordeón, su esposo trabaja en el pasaje con un teclado. Y pidió: “Yo quisiera que me colaboren porque sí o sí tengo que pagar. No me van a perdonar, es así, ni 10 centavos me perdonan. Por eso he decidido ya no vender, porque a veces no tengo plata”.